-. Esta baba del coronavirus, como la bomba de Hiroshima, nos ha cambiado el mundo para siempre y no es casualidad. Todos los que sobrevivan tendrán el mismo trauma conmocionante de “ése pude ser yo”. La mano culpable andará por ahí escondida, pero un poco más traumado, tal como el que lanzó la bomba de Nagasaki. Los imperios desaparecen sin avisar a nadie. Uno los busca y ya no están.
-. Estamos en un momento en que no debe asombrarnos nada, pero podemos superarlo todo, no llamen conspiración a estas cosas que pasan, en Argentina, las cosas son como se ven, una oposición que no reacciona, groggy, vulnerable, histérica, que hace solo lo que sabe, delinquir, mentir, ensuciar, o sea, lo de siempre, sin el aparato mediático que lo sustenta y paga, y sin los pocos jueces y fiscales miserables que le quedan, no son nada. Los dinosaurios van a desaparecer.
-. O sea que el énfasis de nuestra lucha debe ir contra esos medios mafiosos, debemos y podemos boicotearlos y anular sus efectos. Desde el 11 de Agosto del año pasado la oposición no ha recuperado ni un solo voto, de nuestra militancia depende ahora que comience a retroceder de a miles, podemos hacerlo porque nosotros queremos a la gente. Debemos hacerles entender que en política, dos más dos no es siempre cuatro, no trabajamos con números, son seres humanos, son muy valiosos porque “la patria es el otro”.
-. ¿Qué medio decente le daría bocina a un ser tan despreciable y horroroso como son la gorila Bulrik o la impresentable Garrió? ¿Qué medio decente querría espantar a su audiencia con un personaje como Nileil o Expert? Digan lo que digan, nadie duda de sus intenciones, se burlan de la gente y mienten a todos. Nosotros no somos perfectos, pero es indudable que hacemos lo que decimos y somos incuestionablemente bien intencionados. Hay diferencia entre ratas y seres humanos. Las ratas se matan entre ellas.
-. Luchamos contra el virus de la forma más eficiente que se conoce en el mundo, pisamos con pié de plomo la negociación de la deuda, a pesar de todo, nuestras reservas aumentan, el flujo de dólares de los bancos y empresas especuladoras al exterior disminuye, lo demuestra su implacable bronca, el 90% de la gente hace cuarentena sin quejarse, y todo eso los medios se olvidan de avisarte, además la realidad de las provincias, en el 90% es distinta. Las provincias siguen produciendo alimentos, en EE.UU. y Europas esa producción está colapsada, van a tener que aprender a comer tierra y balas, o comprárnosla a nosotros.
-. Está muy claro, la realidad pospandemia no será igual y nadie puede asegurar como será esa “nueva normalidad”, pero no tiene por qué ser la peor, ni ser nosotros los que la tengamos que pagar. Las condiciones esenciales la ponemos nosotros, las pirámides se fundan desde abajo, no puede ser de otra manera porque es el mundo de la gente, el mundo no es del dinero, ni es de ninguna potencia, que es nuestro es una condición “sine qua non”. Ya sin el dólar como moneda dominante cualquier economía podrá crecer sin sanciones ni trabas.
-. La salud, la educación, la energía, el alimento, el trabajo y la información, son cosas que si o si deben quedar a cargo o supervisión estricta de los gobiernos de cada nación, y en el mundo debe regir una multilateralidad de estados y de monedas, Argentina negocia hoy una superdeuda ilegal y monstruosa, pero si no lo logra, hay por detrás casi cincuenta países que defaultearán sin piedad, somos un “leading case”, y se transparenta un futuro “club de deudores” internacional del cual el stablishement no quiere ni hablar. Argentina puede ser el líder de ese grupo y el tiempo juega a nuestro favor.
-. Después de la pandemia, el mundo será
informático, se recuperarán varias veces más rápido las naciones que
universalicen el uso y el alcance de su internet. El 50% de las cosas que antes
no se hacían por internet, se harán para siempre por ese medio, el comercio por
locales comerciales será para los viejos nostalgiosos, la juventud se mueve por
el internet como pancho por su casa. Los que hemos aprendido la comodidad de
comprar, vender, pagar y cobrar por la web no lo dejaremos de hacer. Si una
nación quiere crecer económicamente tendrá que lograr que el internet sea
gratuito dentro de sus fronteras. Ah, otra cosa, la economía mundial requerirá
para funcionar que haya paz en el mundo, así que a los bravucones los tendremos
que anular o matar de hambre.
-. Rodac – 09/07/2020
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